CÓMO EMPODERAR DESDE LA CRÍTICA

(Esta entrada es una continuación de la titulada “Críticas para empoderar”)
            Hay dos formas de criticar: la que empequeñece al otro o la que le hace sentirse mejor consigo mismo. La primera tiene un objetivo oculto para nuestra mente programada: reafirmarnos en aquello que nos hace sentirnos seguros, para ello no dudamos en emplear a quien presuntamente queremos ayudar. Todo este mecanismo se despliega de forma automática como cuando tomamos un vaso en nuestras manos y no pensamos cómo lo hacemos. Por ello, es un absurdo sentirnos culpables; este proceso es una creación de toda la humanidad y se ha trasmitido de generación en generación sin percatarnos.
            La intención sincera y firma de autoconocernos en nuestra vida diaria nos lleva a aplicar nuestras dotes de observación a terrenos inexplorados, en los que podemos hacer grandes descubrimientos sobre nuestra forma de actuar y sus motivos. Es una aventura maravillosa para la que sólo se necesita nuestra decisión.
            Llevar esta observación al espacio de la crítica al otro es un gran reto, porque requiere estar tan atentos a nuestro interior cómo a la verdadera  necesidad de quien pretendemos ayudar. La tentación de conducir a nuestro interlocutor hacia nuestras creencias es el primer obstáculo que debemos salvar. No se trata de sacarle de una limitación para colocarle en otra; sino de abrirle al espacio en el que pueda florecer su propia sabiduría. Pero entonces…¿cómo debemos de actuar en la práctica?
            Antes que nada,  hay que sentir y después evaluar si la persona necesita de nuestra crítica, si nuestra presencia puede suponer una verdadera ayuda. Nunca se debe forzar la situación; como en el arco una tensión mínima puede ser necesaria, pero siempre nuestra intervención debe apuntar hacia el objetivo de ampliar la visión. No hay que olvidar nunca que es el otro quien debe encontrar las soluciones y el camino a tomar.
            No hemos sido educados para criticar desde el corazón, para hacer de la crítica un instrumento para ayudar al otro a empoderarse. Afortunadamente tenemos ejemplos de maestros que saben practicar esta forma de ampliar la mirada de sus alumnos, de hacer de la crítica un instrumento pedagógico de primera que en vez de desvalorizar a sus alumnos los lleva a confiar más en ellos: es la crítica alada ...

En la imagen: Una escena de la Película "Diarios de la Calle" en la que la maestra hace una crítica alada a sus alumnos, que están divididos en dos bandos que se odian mutuamente. Lo que multitud de personas y estamentos no habían conseguido en años la maestra lo consigue en una clase: es el poder de la crítica desde el corazón.



8 comentarios:

Alimontero dijo...

Querido amigo, no hace mucho que descubrí tu blog y te tengo enlazado desde entonces...
Pienso como tú....creer que nuestra "crítica constructiva" puede ayudar a otro es arrogancia....
Cuando estudiaba PNL, programación neurolinguística, comprendí lo que tú aqui tan bien planteas...
No podemos "apurar al otro", darle las soluciones ya que es su alma quien le guiará "oportunamente".

Un gran abrazo...
ah! leí el link Crecimiento personal, criticar desde el corazón! buenísimo!

Ali

susy dijo...

Muy interesante todo lo que exponés, pero no coincido totalmente cuando decís. " No hemos sido educados para criticar desde el corazón, para hacer de la crítica un instrumento para ayudar al otro a empoderarse"
Creo humildemente, será por mis años, que se puede criticar honestamente desde lo profundo del corazón e intentar ayudar o esclarecer a un otro a encontrar la solución o el camino más propicio para su realización.
un cariño
susy

Esthi Rubio dijo...

Carlos tu espacio no solo me gusta es mi esencia.
besos de Carrachina

LUISA dijo...

Anteponer las necesidades del otro antes que las nuestras es lo que se debería hacer cuando se intenta "ayudar" a alguién.

Esa persona nunca debe sentir que estás "juzgando" su actitud o su comportamiento y es cierto que hablarle de forma constructiva es mucho más eficaz que la crítica que solo logrará reafirmar su malestar y su actitud y sentirse aún peor.

Pero creo que hoy en día eso no se ve, por lo menos, cuando miras a tu alrededor, solo ves críticas "malvadas" con la intención de hacer daño pero nunca con la pretensión de poder aportar algo bueno a esa persona que aunque no te lo diga, ves que lo necesita.

Un abrazo muy fuerte y gracias por este blog que para mi es un regalo.

Ojos de Loto dijo...

Estoy absolutamente de acuerdo con el enfoque que mantienes sobre este tema. Enhorabuena por el blog.

Joan dijo...

Hola Carlos. Una vez más gracias por tus publicaciones.
Me gustaría reproducir en mi blog el reportaje de "Críticas para empoderar" (mencionando la página de origen y su autor). Espero tu respuesta. Gracias y un saludo

Carlos González dijo...

Saludos, Joan
Será un honor que la entrada esté en tu blog. Todo el material de "La Danza de la Vida" es de libre difusión; ha nacido para enriquecerse con cada lectura. Gracias.
Te deseo felices encuentros.
Carlos
P,D. Este tipo de mensajes sería más apropiado enviarlos a mi correo personal: arcoirisdan@yahoo.es . Gracias

Ileana Medina dijo...

Oh, qué gusto descubrir este blog!!!
Tengo material de lectura para una buena temporada!!!
Muchísimas gracias!!!!
Me encanta la unión con las matemáticas y la física cuántica, y este post en particular me hace mucha falta...
Soy activista en materia de maternidad, crianza y lactancia materna, y pronto comprendí lo que dice Alimontero, que creer que nuestra "crítica constructiva" puede ayudar es arrogancia...
Aún así, a veces tengo que auto-observarme y mucho, para no caer en ese pecado de aconsejar a otro para reafirmarme yo misma.
Muchas gracias!!!
Un abrazo!!!